Al comprender el peligro al que se expone si se queda mas tiempo en medio de ese combate prefiere ignorar al hombre que se encontraba escondido en ese edificio; se asoma por una ventana y espera que los disparos cesen un poco, lo suficiente para que tenga tiempo de salir y escapar de esa zona, pasados unos minutos el ambiente se calma y Clark ve la oportunidad de salir, corre lo más rápido que puede entre las destruidas calles de la ciudad cuando el combate inicia de nuevo, esto hace que Clark se apresure aún más en alejarse de ese lugar.

Corre sin rumbo con una sola cosa en mente; evitar de ahí en adelante verse en situaciones que amenacen su vida de manera innecesaria. De esta manera Clark emprendió el resto de sus días el camino de un solitario, su lucha por la supervivencia solo se dará en la medida que aprende a conseguir los recursos necesarios para subsistir sin depender de nada ni nadie más que el mismo. Dentro de sus reglas establece evitar todo tipo de contacto con otro ser humano, pues esto para él le supondrá un gran peligro y claramente despertar nuevamente sentimientos y emociones que prefiere dejar en el olvido, además recordar a sus seres queridos que fallecieron durante la guerra le ha generado problemas para enfocarse en seguir adelante, por lo que entre mas alejado este de las personas más rápido podrá dejar atrás el hecho de haber perdido a las personas que tanto significaron en su vida.

Rápidamente aprende diferentes técnicas de supervivencia, consigue todo tipo de armamento y se refugia en lugares de paso, siempre estando no mas de una semana en cada sitio, su movimiento es constante para evitar ser encontrado por alguien más. Es así como los años van pasando y aquel chico que se quedó solo y lo perdió todo se vuelve un perfecto Hibakusha en los tiempos postapocalípticos.